martes, 26 de julio de 2011

Relatos de verano. AMERICAN COCKROACH

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Esta es la portada de un libro de relatos inédito, realizada por un tipo llamado AAAAAlberto Corazón, en los años 70 del pasado siglo.
Sic transit gloria mundi.



De ocho a tres 

7,45 A. M. Te dispones a salir de casa a toda prisa decidido a no llegar otra vez tarde a la oficina.
8,17 A. M. Algo no va bien , pero no acabas de saber exactamente de qué se trata. Bueno, déjalo, no será nada importante.
8,25 A. M. Ya en la escalera , te das cuenta de que te falta una pierna.

8,27 A.M. La situación es comprometida pues consideras inmediatamente que Don Saturio no te permitirá entrar a la oficina sin pierna.

8, 39 A.M. Hay que encontrar la pierna a toda costa, los niños, han sido los niños... Habrán estado jugando con ella a los paralíticos y vete a saber dónde la han dejado luego.

8,55 A.M. ¡Vicentaaa, no encuentro mi pierna y son casi las nueve!

9,15 A.M. Tienes que enfrentarte a la realidad, dice Vicenta que no han sido los niños. La pierna se la ha llevado el lechero que hace tiempo que le iba detrás con ganas.

9,30 A.M. En la calle, y lamentándote de tener que volver a usar las muletas del tio Mariano, corres hasta la parada del autobús.

9,55 A.M. Llegas a la oficina justo a tiempo para evitar que te cierren la puerta sobre la otra pierna.

10,15 A.M. Congestionado y jadeante te sientas en tu mesa frente al ordenador, con hora y media de retraso. Sientes las turbias miradas de tus compañeros que te echan en cara tu falta de puntualidad ( claro, a ellos no se les ha perdido ninguna pierna).

10, 25 A.M. Don Saturio te abronca mientras descubre que, encima, vienes cojo.Te abronca más.

10,35 A.M. Por si la bronca no fuera suficiente, tienes que soportar los consejos del jefe acerca de la conveniencia de tener varias piernas de repuesto que puedes guardar en la taquilla, que para eso está.

10,40 A. M. Consideras en silencio que con la mierda de sueldo que cobras no te llega para nada, y menos para  unas piernas de repuesto.

11,15 A.M. Por el hueco del muñón empiezan a salir las lombrices. ¡Lo que faltaba!. Si le cojo al lechero, se va a enterar.

11,20 A.M. Le pides a Manoli por favor, un sobre para ir metiendo las lombrices pero ella te dice que es mejor recogerlas en el cenicero, y que no es por no darte el sobre ¿sabes?, es que me parece una tontería , teniendo ese cenicero con tapa que además, desde que está prohibido fumar, ya no sirve para las colillas.

12,13 P.M. Las lombrices salen hoy mucho más despacio que de costumbre. La verdad es que hay días en los que más valdría quedarse en la cama.

12,29 P.M. Con el cenicero lleno de lombrices te diriges a los lavabos.

12,33 P.M. ¡Lorente, acaba pronto, por favor, que tengo que usar el retrete!

12,45 P.M. Sale Lorente pálido y con los ojos hinchados y enrojecidos. No las tires por favor, guárdamelas que mi sobrino me las pide todos los días. Perdona Lorente, siempre se me olvida lo del niño.

12,50 P.M. Lorente envuelve las lombrices en papel higiénico y se las guarda en el bolsillo del pantalón mientras empapa la sangre en un pañuelo.

12,55 P.M. Acompañas a Lorente hasta su mesa sujetándolo por debajo de los brazos  procurando no mancharte de sangre. Si es que es una barbaridad lo que haces Lorente, te lo digo siempre, si no sabes cortarte las uñas como todo el mundo que te las arregle tu mujer, o tu cuñada, no sé pero vamos, cortarte los dedos de esa manera, con unas tenazas, me parece una cosa innecesaria.

14, 45 P.M. Se acerca la hora de la salida y tecleas cualquier cosa  en el ordenador de Lorente, que sigue todavía sin dedos, para que no se de cuenta Don Saturio y porque siendo como eres un buen compañero, sabes que hasta por la tarde a última hora no le salen los otros dedos. Pero hombre, joder Lorente, es que con estas tonterías pierdes toda la mañana.

16,15 P.M. El lechero te jura que él no tiene la pierna.



miércoles, 13 de julio de 2011

La opinión de Rafael Fraguas y Moncho Alpuente acerca de "Gángsters & Falleras"





El pasado día 30 de junio mis amigos Moncho Alpuente y Rafael Fraguas tuvieron la amabilidad de ayudarme a presentar mi último libro "Gángsters & Falleras". Ninguna clase de pudor o falsa modestia debe evitar que publique en La Habitación del Hipnal los dos brillantes escritos que ambos me regalaron con su acostumbrada generosidad. Para eso están los amigos.


"Acudo a la presentación de este libro de Enrius con el vivo anhelo de brindarles una mirada propia, y espero que útil, sobre su última obra. Enrique Cavestany posee una de las personalidades artísticas y literarias más singulares de la vida madrileña: me desenvuelvo por el interior de la ciudad desde hace años y puedo dar fe de lo que les digo.. El libro que llega hoy a nuestras manos, "Gángsters & Falleras", revela el genio premonitorio de su autor. Mucho antes de que tal alianza entre lo delicuencial y lo pintoresco adquiriera el rango de realidad en la política levantina, en la profunda Murcia-Herzegovina y en la arena nacional, la intuición y el talento de Enrius ya adivinaban la inexorable configuración de su trama.
Debo decirles que tan certera intuición, tan diáfano talento de Enrius ni son casuales ni me sorprenden. Llevo años observando, entre conmovido y perplejo, la cantidad de información relevante que emerge de los dibujos y pinturas del autor que hoy nos convoca. Todo tiene significación. Les ofrezco mi interpretación sobre cómo actúa ese dispositivo de extracción informativa que él tan sabiamente emplea: a modo de un poderoso escáner, la pupila de Enrius, mucho antes de emitir órdenes plásticas a sus manos, repara en mil detalles y fragmentos que la realidad y la infrarrealidad le ofrecen.
Los retrae del hondón de su ancha mente y allí velozmente los coteja. Con una percepción asombrosa, al modo de un superdotado médium, se zambulle en los silos donde fermentan las imagenes que alimentan los sueños y que permanecen almacenadas por la memoria visual en críptica textura. Entonces él selecciona los componentes más relevantes de cuanto percibe. Únicamente personas dotadas de tal sensibilidad son capaces de destrenzar, con su desenvoltura, tan densa urdimbre. Luego, su magín hará aflorar sabiamente tan copioso ajuar al que, delicadamente, da forma con cuidadoso pulso, como mañoso artesano que es. Y lo hace de tal manera que cada pincelada o traza que surge de sus manos él la transforma en testimonio o documento en forma de perfil, viñeta o retrato, donde lo onírico segrega su jugosa pulpa e impregna de deseo la tinta y los esbozos con los que construye sus relatos. Luego los sazona con su erudición, introduce claves que incitan al veedor a descifrarlas y no se olvida nunca de verter unas gotas de humor muy suyo, con el que estigmatiza como nadie sabe hacerlo el absurdo, la prepotencia y la rutina, tres de los principales enemigos a los que se enfrenta a cada instante. Esta declinación hacia el humor recuerda a la pugna contra la "terribilitá" con la que Buonarroti lidiaba a diario, para amortiguar la gravedad de sus hallazgos perspectivos, salpicándolos así de de grutescos, ora deformes ora espantosos, que rebajaban la tensión creativa explícita en las obras del genio. Enrique percibe la entidad grave de muchos de sus hallazgos y premoniciones y los envuelve en su ironía balsámica mediante torsiones o figuraciones aparentemente caprichosas que, a simple vista, parecieran carecer de significado. La soltura que le brinda el conocimiento de las claves estilísticas y figurativas contemporáneas completa y perfecciona el resultado de su oficio.
Enrius es un creador. Mil ejemplos lo demuestran. ¿Quién no  recuerda su Mundo de los Oparvorulos, aquella exposición de marzo de 2004 en el Museo de América de la Ciudad Universitaria, un relato donde la realidad va por delante de sí misma, para convertirse, mediante un jugosísimo ejercicio de lenguaje, en una divertida crítica de la seudociencia decimonónica y del presunto saber burgués, tan represivo e inútil, tal cual aún hoy nos es transmitido?
¿Quién puede decir que desconoce su Madrid marítimo, el poema dibujado más bello que sobre esta ciudad quepa idear? :  ¿imaginan la Gran Vía surcada por "canalettones" a la veneciana o bien la estatua de Maria Cristina circundada por las aguas de un mar embravecido en la bifurcación de la calle Felipe IV, ya casi en el Retiro?
En su dimensión pública, el autor del libro que hoy presentamos ha demostrado ser siempre un hombre solidario : al frente de los artistas plásticos de Madrid protagoniza desde hace décadas la lucha por una dignificación profesional que el poder trata de hurtar a sus titulares desde que comenzara esta misma batalla el mismísimo Diego Velázquez. En su formación artística, Enrique ha bebido del empuje figurativo del Romanticismo; del imaginario surrealista más onírico; del culto matérico y maquinal acuñado por los futuristas e Marinetti y también y sobre todo, del conocimiento y del respeto profundo por las cosas y los objetos, del cual Ramón Gómez de la Serna vendría a ser el primer abanderado.
El rasgo más característico de las obras de Enrique es, a mi juicio, ese sentido indomable de la libertad con el que las troquela, el mismo que espolea su estro creador y le enfrenta de pechos contra el poder, la mediocridad y el egoísmo, en casi todas sus manifestaciones. Enrique, que tiene la suerte de haber contado siempre con Begoña, la compañera que todo hombre anhela tener a su lado, combate estos flagelos con su emprendimiento incesante, ideando proyectos transformadores, orientados a satisfacer un anhelo perenne por afirmar su sensibilidad frente a un mundo adverso ante el que se niega a hincar la rodilla y al que opone lo mejor de sus dibujos, de sus cuadros, el acíbar más sarcástico de sus relatos y la colosal artillería de su sarcasmo.
Con todas estas credenciales, ustedes saben ya que están ante el autor de una obra cuya lectura, con certeza, les va a deleitar. Por todo ello les invito a leer la obra de este hombre rebelde, carbonario, erudito y solidario: nuestro amigo Enrique."


                                         Rafael Fraguas
                                        
                                                                                                                    
                                         Contubernio de gángsters y falleras
                                         Conspiración feliz engendradora
                                         De una estirpe voraz y bullidora
                                         Del Turia aposentada en las riberas
                                         Ellos lucen sus trajes de mil rayas
                                         Que abultan sus pistolas sobaqueras
                                         O quizás marcan bulto sus carteras
                                         Que ellas suelen guardar entre las sayas
                                         Hoy se llevan los trajes de Milano
                                         Y de Forever Young, los amigotes
                                         Comparsas del Correa y el Bigotes
                                         Les visten y les nutren de su mano
                                         De ilicitanas damas sus señoras
                                         Cariátides barrocas imponentes
                                         Ataviadas con galas sorprendentes
                                         Desfilan a su lado cumplidoras
                                         Horizonte de luz y de Berlanga
                                         Con aroma de pólvora y de flores
                                         El Enrius le ha sacado los colores
                                         A esta mediterránea mojiganga
                                                                  




                                                                   MonchoAlpuente