Si, como indica la noticia aparecida hoy en Público, los edificios de Santiago Calatrava en Valencia hacen aguas, va a ser que se confirman mi opinión y mis temores acerca de la arquitectura organicista de este arquitecto.
Habrá que saber, por otro lado, si las aguas que hacen dichos edificios son aguas mayores o menores.
Porque no es lo mismo el resultado de unas u otras a efectos del público sobre el cual vayan a depositarse.
Se explica a continuación en la citada noticia que otro complejo del arquitecto sufre goteras (sic).
Es lógico, pues entiendo que el mencionado complejo de este señor, a juzgar por la fisonomía de sus obras, es sin duda de superioridad y estos delirios de grandeza suelen presentar goteras si bien lo hacen habitualmente en el inconsciente del autor.
El precio de las maquetas de este alarife levantino, las fantasías orgánicas de sus edificios y los orígenes antropomórficos de algunas de sus obras, tanto de arquitectura como de escultura, eran peligrosamente proclives a sufrir las humedades propias de su condición.
Afortunadamente para los madrileños, el bolígrafo móvil instalado en la Plaza de Castilla no ofrece peligro de filtraciones dañinas para el personal al no cobijar en su interior seres humanos.
Menos mal.
http://www.publico.es/espana/404257/los-edificios-de-calatrava-en-valencia-hacen-aguas