miércoles, 25 de noviembre de 2009

Don Aureliano de Beruete y Moret. 1845-1912




E. Cavestany. Versión del retrato de Beruete pintado por Sorolla. 1985. Acrílico sobre lienzo.116 x 89 cms.



He confesado en varias ocasiones mi predilección por Los Raros como categoría, como grupo social en el que han tenido y tienen cabida múltiples personalidades con sus diversas manifestaciones vitales, músicos, artistas plásticos, escritores, trapecistas y un largo etcétera con el que no pienso seguir aburriendo a los posibles interesados en esta entrada. Esta es para un Raro, un pintor por quien siento una especialísima predilección; Don Aureliano de Beruete Y Moret.
Algún entendido(que los hay) me dirá : ¡Hombre, Enrius , Beruete no es un raro!
Bueno pues como quieran pero entiéndeme, en estos tiempos por los que atraviesan las artes plásticas o visuales, llenos de "instalaciones", artes electrónicas, "ciberpumbis" y artes "enchufadas"(en todos los sentidos), Don Aureliano es un Raro.
Quien se muestre interesado por este magnífico pintor madrileño no tiene, hoy en día , mas que pinchar en Google o en la Wiki y ¡hala, a enterarse! de modo que no vengo yo aquí para repetir biografía, hagiografía ni documentación sobre este artistazo, que suficiente hay.
Me gusta , no obstante, decir un par de cosas y mostrar otras pocas.

De un gran pintor madrileño, invitado por Martin Rico a la Escuela de Barbizón, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, primer exégeta de un Velázquez ante cuyas exposiciones en El Prado no se formaban todavía largas colas plagadas de japoneses, impresionista y por lo tanto plenairista de la categoría de Sisley o de Monet, no se ha mostrado, que yo sepa, nada en esta ciudad abarrotada de exposiciones, superpoblada de "vida cultural y gastronómica" desde hace más de un cuarto de siglo. La última ocasión que merece ser citada fue la que nos brindó la entonces llamada Sala de Exposiciones de la Caja de Pensiones, hoy Caixa Forum, en su desaparecido espacio del edificio sito en La Castellana con Miguel Angel, en 1983.

Paisajista de los que ya no hay (no está de moda) pintó un Madrid fluvial a orillas del Manzanares también hoy desaparecido (si es que alguna vez existió), unos espacios antiguos frente a la Sierra del Guadarrama con esa atmósfera que, como paisajista castellano, sabía captar en busca de un mito imposible, la realidad esencial española tan inasible como todo lo que merece ser buscado.

He vivido parte de mi infancia y adolescencia mirando, en el cuarto de estar de la casa de mis padres, un hermoso paisaje de 1905 pintado por Don Aureliano al pie de los Alpes suizos, en la estación invernal de Mürren. De esas miradas cotidianas debió de surgir la descabellada idea de intentar ser pintor yo también, de modo que el cuarto de estar se transformó para mí en el cuarto de ser (esto puede que sea poético).
La gran vocación viajera de este artista, como la de muchos de sus contemporáneos ilustrados, le llevó a pintar en Francia, en Bélgica (en busca quizás de su maestro el gran paisajista Carlos de Haes),Alemania, Austria y, según parece, hasta San Petersburgo para buscar en El Ermitage la gran pintura española.
Bueno, basta de anécdotas y de confesiones personales. Lo que quiero mostrar en esta entrada son las imagenes relativas a este espléndido pintor que conservo y cuyo valor es únicamente el que tienen para mí.
Una vieja foto en formato tarjeta postal, encontrada en El Rastro, en la que se puede ver a Don Aureliano pintando (con ayudante) y en cuyo dorso está escrita de su puño y letra, la dedicatoria y la fecha.
Y mi versión del retrato que le hizo su amigo Sorolla, que también conservo, y he mostrado en una sola ocasión, como testimonio privado de mi admiración por este gran señor.
Ahí arriba están, pinchen en las imagenes, que ya saben ustedes que se amplían y se ven los detalles. Si les apetece las pueden volver a mirar y si alguna curiosidad por Don Aureliano han despertado estas líneas pues busquen sus cuadros, ya digo, hoy es fácil con el interné ese.
De nada.

martes, 24 de noviembre de 2009

¿Milagro o catalepsia?


Al poco tiempo de publicar la entrada Datura Stramonium (ayer mismo) recibí la sorprendente visita de una monjita que , según declaró, pertenecía a la comunidad de las Clarisas cuyo convento se ubica en la localidad de Alcaudete. El objetivo de su visita era el de solicitar una donación para las necesidades del convento, solicitud que decliné amablemente sin entrar en detalles. Apenada por mi negativa y en el momento de volverse hacia la puerta del jardín, se fijó en mi llamativa Datura, cuyas flores son verdaderamente hermosas y creí ver entonces un destello en sus ojos al tiempo que la expresión de su rostro se iluminaba con una sonrisa digamos que muy sensual. ¿Es una Datura? me preguntó la monjita. En efecto contesté, sorprendido por su sagacidad para reconocer las solanáceas.
¿Qué no me podría usted preparar una infusión con algunas hojas?, estoy desfallecida pues como que llevo tres días de limosnera por Chamartín. Ante tan amable solicitud en la que detecté un inconfundible acento catalán, la invité a pasar a casa asegurándola que la prepararía con mucho gusto. Gracias, me contestó la religiosa, esperaré aquí fuera.
Entré a preparar el brebaje mientras , através de la ventana de la cocina, observaba yo cómo la hermana se acercaba a la planta mirándola con expresión de arrobo.
La ofrecí el té, pocos minutos después, comprobando de qué manera deleitosa lo consumía en un par de tragos.
Sin mediar palabra y en breves segundos la monjita entró en un éxtasis diz que medio místico (es una apreciación personal). Allí se quedó en actitud contemplativa en medio del jardín y en lo que a mí se me antojó una escena neobarroca digna de una escultura de Bernini.
Para qué explicar mi sorpresa que, con el paso de las horas, se transformó en seria preocupación. Allí seguía, impertérrita, rígida sin contractura pero firme como una roca. Aquí sigue desde ayer, ha pasado la noche al sereno y no hay forma de despertarla. He intentado ponerme en contacto con el convento de Clarisas de Alcaudete sin resultado hasta la hora presente. Está tranquila y parece feliz, no presenta signos de hipotermia y de tanto en tanto la oigo musitar una plegaria.
Yo, que soy apóstata aunque con aficiones parapsicológicas, no quiero pensar ni en una catalepsia hiperestésica (facultad psi-gamma) ni mucho menos en signos de beato arrebato místico, pero no vaya a ser que me haya caído una venerable en el jardín y a ver qué hago.
Es lo que hay.

lunes, 23 de noviembre de 2009

Datura Stramonium



Conocida también desde muy antiguo como la hierba de los brujos y perteneciente a la misteriosa familia de las solanáceas(¡oh,la mandrágora!), tiene como principio activo el estramonio o daturina, tradicionalmente utilizado como narcótico y antiespasmódico, contra las neuralgias y la tos ferina, la varicela y la viruela.

Sus propiedades son las mismas que las de la Belladona (Morella Furiosa) siendo su principio activo tan tóxico y venenoso como la atropina que es el de ésta última. Resulta especialmente útil en los casos de incontinencia urinaria. Su utilización, que ha de llevarse a cabo con sumo cuidado aunque no necesariamente bajo prescripción facultativa, está indicada también contra las afecciones asmáticas lo que se consigue fumando sus hojas secas mezcladas con tabaco o bien en nebulizaciones con la infusión de las dichas hojas. Prueban su eficacia también las antedichas como infalible remedio contra las hemorroides externas.

¿Porqué todo esto?

Pues muy sencillo, porque me ha salido una en casa de tamaño más que regular (véanse las fotos). Traída desde los campos cercanos a una aldea junto a Ribadesella y de tamaño no mayor que mi dedo índice, se conoce que la probó el clima de Chamartín de la Rosa y se fijen cómo se me ha puesto.
Ante la crisis que nos atenaza estoy pensando seriamente en su comercialización, siempre con caracter restrictivo y sólo para amigos y familiares.
Es lo que hay. Y no caro.

domingo, 15 de noviembre de 2009

Gatos



O. me envía la foto de la cría de gato encontrado en el jardín de los cerezos secos del Hipnal.
Añado yo ,obligado por tan dramáticas circunstancias, la de su madre, pensativa y desesperada ,considerando dónde puede estar su criatura desaparecida.
Tengan piedad y reunan a la familia descompuesta (el padre, infiel por naturaleza, se ha ido con una siamesa joven sin saber que le espera una vida de traiciones y sinsabores)