jueves, 16 de junio de 2011

Curiosidades enciclopédicas. La bicicleta y su práctica








Cuando se emprende una excursión en bicicleta es necesario llevar consigo un farol, una bomba, un neumático, una camisa de dormir (de seda), medias y pañuelos, una camiseta, un revólver y un mapa.
Es práctico llevar varios botones y el dinero y el reloj en un cinturón, al cual irá sujeto la pistola o revólver.(...)


                                                      Higiene de la bicicleta


 Según el médico inglés Herschell, el ejercicio de montar en bicicleta hecho con moderación es saludable, pero sin ella es muy peligroso(...) el sillín ha de ser cómodo para evitar irritaciones (prostatitis) (...) Es también saludable para los nerviosos en las mismas condiciones. Practicado sin moderación el ejercicio de la bicicleta es de los más funestos. Los cansancios repetidos ocasionan hipetrofia y otras enfermedades del corazón, dándose el caso de que algunos de los más afamados corredores se han visto libres del servicio militar por esta causa.


El texto reproducido arriba corresponde a un fragmento del extenso artículo dedicado a la bicicleta en la histórica Enciclopedia Universal Ilustrada Europeo Americana, editada en la década de los años veinte y treinta del siglo pasado por Hijos de J. Espasa. Editores. Barcelona.

Leído casi un siglo más tarde resulta esclarecedor de la mentalidad de una época y de un país como fue el nuestro. Los felices veinte no lo fueron tanto y el autor del artículo, imbuído al parecer de la peligrosidad de los paseos en bicicleta en aquel belicoso siglo, no duda en recomendar el revólver como elemento imprescindible en el equipo del ciclista. No queda claro, por otro lado, si la bomba que se debe incluír es de aire o de las explosivas, lo que haría del ciclista un anarquista amateur, muy acorde con los usos seculares. El dinero y el reloj, debidamente protegidos por la pistola o revólver, estarán a salvo de cualquier percance en ruta, habituales por lo visto en tales excursiones sobre velocípedos de dos ruedas.
La camisa de seda aconsejada hace suponer que la práctica de este deporte quedaría reservada a las clases acomodadas.
La prescripción del galeno británico descubre, con ojo clínico inmejorable, la peligrosidad que conlleva el abuso del pedal, suponiendo además que el deporte y la práctica cicloturística estaba reservada a los varones pues dificilmente las damas estarían afectas de prostatitis.
Finalmente se explica  cómo algunos afamados deportistas manifestaban no importarles demasiado sufrir cansancios repetidos, y algunas eventuales afecciones cardíacas, con tal de evitar el servicio de las armas, pese a ir siempre provistos de pistola o revólver.
De todas formas a esta clase de sprinters , portadores de armamento recomendado, habría que concederles la presunción de inocencia. Lo mismo que a Contador.
Quien no desee obtener una lectura política del el artículo enciclopédico transcrito, se equivoca.
Haberla, hayla.

2 comentarios:

Mike dijo...

Ahhh, los felices años 20!! Muy bonica y curiosa la entrada. Como anarcociclista de la pista yo nunca salgo de casa sin mi revolver, que los taxistas de Madriz son de lo más violentos, y nunca sabes por donde van a salir.
Espero que en los turbulentos y confusos tiempos que corren, si hubiese un conflicto internasioná, mi afición a las 2 ruedas me librase del adiestramiento militar como antaño....

Enrius dijo...

Agradezco, Mike, los adjetivos que dedica a la entrada. Tales adjetivos le identifican, a mi entender, como manchego albaceteño más que como anarcociclista. Celebro, por otro lado, su confesada adscripción a esa variante libertaria. Ya quedan pocos y menos entre los velocipedistas. Un saludo.