martes, 7 de septiembre de 2010

Imagenes Ilegales

Sweet memory . acrílica sobre lienzo 81 x 65 cm 1991 

A propósito de unas reflexiones con M.A. Mendo

2 comentarios:

M. A. dijo...

¡Magnífico! Definitivamente, no conocía tus pinturas.
Comparto tu cita absolutamente, al igual que lo han hecho casi literalmente un gran número de escritores (no tanto con respecto a formas y colores, claro, sino a personajes, ámbitos, etc): "Sé que hay un abismo ahí debajo, dentro,al fondo de no sé qué corredor. Es una sima de formas, colores, personajes, dotados de de una existencia propia que pugna por salir, que está dispuesta a aceptar que yo la pinte si es que soy capaz de hacerla aparecer en la superficie del cuadro."
Esa preexistencia de temas, argumentos, personajes en nuestro inconsciente, de acceso restringido a los verdaderos artistas (pues exige una entrega, un valor y una limpieza de ánimo especial) es justamente --creo-- el abismo del que hablas. Jung lo ha explicado muy bien. En ese abismo (con el también conectamos a través de los sueños) está la historia de la humanidad, pero no como la vemos en los libros, sino con experiencias tan emotivas y tan detalladas que revivirlas, y luego seleccionarlas, recrearlas, ampliarlas, asumirlas y transmitirlas actualizándolas, es decir, mezclándolas con nuestro presente vivencial, resulta una tarea ardua pero fundamental para el género humano: eso es el arte.
Enhorabuena otra vez. "Sweet memory" me 'recuerda' muchas cosas, a un nivel muy profundo. Aunque creo que en tus viñetas y personajes hay también una gran carga de profundidad.

Enrius dijo...

Agradezco, Mendo, tu amable e inteligente comentario acerca de mis pinturas y las reflexiones con las que intento comprenderlas y comprenderme.Y deseo que,definitivamente,las conozcas.

A causa de la indudable existencia de ese abismo que cada uno llevamos dentro, sin que seamos siempre capaces de hacerlo aflorar al exterior, es por lo que me inquieta el calificativo de plagio a todo lo que no es tradición.
A no ser que también el denominado inconsciente colectivo sea considerado "tradición".
Yo quiero pensar que hay una parte del proceso creativo en el arte en cual la tradición no impone necesariamente sus reglas, no somos conscientes ni subsidiarios de ellas o bien, como el personaje de Molière, "hacemos prosa sin saberlo".
En cualquier caso este intento de conectar con lo "otro" podría justificar que calificaramos de creación a los productos de nuestro trabajo.