miércoles, 28 de julio de 2010

Relatos de verano. El Efecto Retroactivo*


El Efecto Retroactivo sube al Monte Igueldo por el camino más corto.Donostia/San Sebastian, principios del S.XXI.


*La denominación EFECTO RETROACTIVO se refiere aquí a un ente que, además de ser un participio activo del verbo ser, es uno de carácter polisémico,sin principio ni fin, sin pies ni cabeza, ni benéfico ni perjudicial, que viene del presente pero sin embargo obra sobre el pasado o viceversa y que através de ambos tiempos lleva a cabo,habitualmente, románticos paseos.
Se inicia ahora una serie de relatos acerca de las diversas situaciones y presencias históricas y/o contemporáneas en las que este ente ha tenido una presencia activa.


Una tarde de agosto Josu Laskoain decidió empezar,por su cuenta y riesgo, la guren borroka, guerra santa guipuzcoana, y subió al Monte Igueldo en Donostia/San Sebastián para llamar a Dios en busca de la necesaria ratificación divina para su decisión.
Josu sabía muy bien que si uno no mata nadie le toma en serio y una adolescencia excesivamente prolongada, como hijo segundón de una familia donostiarra de envasadores de piparras junto a lo retraído de su carácter, le habían impedido reiteradamente hacerse notar en el batzoki.
Este joven abertzale no tenía, sin embargo,intención de unirse al MNLV (Movimiento de Liberación Nacional) sino que que pensaba llevar acabo la guren borroka de forma autónoma aunque con asistencia divina.
Provisto de un teléfono móvil con el cual,según el folleto de instrucciones, se podía hablar con todo dios,subió al autobús de Venta Berri que le llevó hasta el pie del funicular de Igueldo. En pocos minutos este vetusto ingenio alpino le depositó en la explanada del hermoso mirador desde el cual en días claros se puede ver hasta Biarritz. Y hablar con Dios.
Bien fuera a causa de baja carga de la batería o acaso de falta de cobertura, el caso es que el móvil de Josu no podía comunicar con el Padre Eterno por más intentos que hacía el joven por conectarse. Posiblemente la cantidad de dígitos necesarios para establecer la divina conexión resultaba excesiva para las prestaciones del aparato que, mostrando la interminable serie de números en su pequeña pantalla,preguntaba enloquecido : Dios. ¿Llamar?. Desvío llamada activa...¿Desistir? Seleccionar,Menú, Opciones, Atrás,¿Borrar mensaje?
Dios no contestaba.
Enormemente decepcionado Josu se dirigió al Parque de Atracciones y se embarcó en El Río Misterioso sumido en sombríos pensamientos mientras navegaba en la barquilla sobre la rápida corriente inducida por la noria, en el estrecho canalillo que serpentea sobre la bahía de La Concha.Si Dios no contesta todo me está permitido, se afirmaba Josu,parafraseando a Nietzsche, al tiempo que sacaba de su bolsa de deportes una recortada con dos cañones de 12 mm. y en el momento justo de visualizar el chinchorro delantero donde navegaban dos jubilados del Inserso que en ese momento señalaban con el dedo en dirección al Castillo de la Mota en la cima del Monte Urgull.
¡Se van a enterar los invasores estos! mascullaba enardecido mientras introducía dos cartuchos de perdigones en las oscuras bocas de la recortada.
La repentina llegada del Efecto Retroactivo que se estaba alzando desde la explanada de Los Peines del Viento hasta la terraza de Igueldo, evitó la tragedia golpeando con fuerza sobre la frágil embarcación.
La recortada cayó de las manos del joven abertzale yendo a parar al fondo de las turbias aguas del canalillo.
¡Paren esto, joder! ¡Ostias! ¡Me cago en dios! gritaba desesperado Josu Laskoain pero la imparable corriente del Río Misterioso inducida por la noria seguía arrastrando la barquilla que navegaba impertérrita sobre la maravillosa panorámica de la bahía donostiarra.

8 comentarios:

Joseba G. Cenzano dijo...

Está bien el dibujo este, en Bilbo tenemos también el Consorcio de Aguas y se ven las tuberías que bajan de Otxarcoaga, Urkiola, Barazar, Artxanda, etc., hacia el botxo. Pero aquí las tenemos más sujetas, esa que baja de Igueldo parece más inestable, pero si trae agua como dios manda que chorra más da. Igual es mejor que sea móvil. Pero lo bonito es el dibujo que has hecho oye, Enrius, que llevabas un tiempo haciendo y enseñando cosas muy larri. En este dibujo se nota que te gusta lo vasco, el mar vasco, el verde vasco, y todo eso. Y el txarritxu este de borroka batzoki es un tarao, nada que ver con el dibujo. Los guiputxis siempre han sido más de caserío.

Enrius dijo...

Hola Cenzano ¿Qué andas?
Sí, oye, el Efecto Retroactivo es aundi bat,larri pero no es tubería,es ente mainati, jostari y a veces justiciero.Ya sé que en Bilbao todo está más sujeto.Lo vasco, ya sabes me gusta desde siempre, por tus comentarios eskarrik asko. Josu Laskoain, el del cuento, puede que lo veas como txarritu y tarao, yo creo que es simplemente txotxolo y de familia de origen baserritarra por lo de las piparras que hacían los aitas en baserri.
Agur egin.

Joseba G. Cenzano dijo...

Bien, pues, la cosa esa que has dibujado en el paisaje donostiarra es juguetona como una lombriz enorme, claro y a nada que se tome las cosas a mal, por lo grande que es resulta que pone las cosas a tomar por culo en plan justiciero jauna. ¿Y el ER ese está sólo entre los giputxis o está en todo Euskal Herria? ¿Y lo ves sólo tú o es que lo ven también maketos? ¿Es sólo cosa pollit vasca o de cualquier parte? ¿O es que estás dibujando zoro-moro, erotean perotean?

Oídos y Orejas dijo...

Es curioso cómo se pone la cosa neolítica, o incluso neanderthal, cuando dos ibéricos se ponen a hablar en pseudoibero-basoko. Es como si los recursos de la mente les retrocedieran quince mil años. Y todo por un dibujo infantil, bien hecho pero retórico, con la falsedad de la destreza vacía. En fin Enrius, no se me ofenda, su dibujo es bueno pero un punto anecdótico, da claves y oculta claves para poder disfrutarlo. Es como si Ingres dibujara unas tijeras al pie de su Edipo con la esfinge. Lo anecdótico, las tijeras, despistarían al observador tanto como su tubería sobre la bahía.
Y con respecto al relato, ¿qué es lo que dice? ¿por qué supone que estamos al tanto de tanto estímulo de un sujeto desconocido? ¿Es que pretende que el ser relatado sea arquetípico? ¿Otra vez Edipo encarnado en un don nadie?

Enrius dijo...

El ER, amigo Joseba, es un ente polisémico,atemporal, sin principio ni fin, sin pies ni cabeza.Ya lo digo en este primer cuento.Existe, inédito,un cuaderno en el que se recogen diversos momentos y situaciones del ER a lo largo de la Historia y en varios lugares de mi exclusiva predilección. Tengo la tentación de ir publicando algunos de ellos en esta su casa pero me lo estoy pensando pues no quiero faltar al principio de diversidad (acaso excesiva) que caracteriza este blog.
De momento solo lo veo yo, lo cual puede que vaya en detrimento de mi acreditada cordura aunque el dibujo, como más abajo dice O.y O., no es nada zoro y por "anecdótico", un poco simple. Ya sé dibujar cosas más Zoro-zoroan que esas si que evidencian mi equilibrio psíquico.
En Euskalerría no lo conoce ni dios, por eso no contesta al teléfono de Josu.

Enrius dijo...

NO me mencione a Ingres, estimado Oídos y Orejas. Soy del equipo de Delacroix, que , en su día, también fue considerado un neolítico.
El ser del relato ES arquetípico, que usted no lo conozca no significa nada. Edipo se arrancó los ojos, no cierre usted los suyos a la imaginación. No me diga que tengo que explicárselo todo pues el sencillo relato dice lo que dice y no hay más. Si no acaba de entenderlo no se devane los sesos ni le busque más pies al gato ni más anillos al ER de los que tiene.
Déjenos a Cenzano y a mí que escribamos como nos dé la gana en ese euskera macarrónico con el que , simplemente, lo pasamos bien. No sea pejiguero, no sea pinpirin.

Oídos y Orejas dijo...

Bajo la sombrilla y la mesa alquiladas para toda la mañana, veo pasar gente de aspecto parecido y, sin otra cosa que hacer, observo la profundidad de este paisaje mediterráneo, un poco caliginoso por la humedad y el calor excesivos y lo comparo con este suyo tan primoroso -visto probablemente desde el lomo de uno de los anillos de ese al que llama usted ER- en el que parece que el aire fuera puro y la temperatura deliciosa a esa hora del medio día en el que parece que el sol fuera a quedarse siempre ahí, en esa parte del firmamento en la que se muestra tan claramente.
Con el PC abierto en este dibujo suyo me parece que estoy aquí, en el mío, condenado a permanecer siempre en esta especie de aledaños del infierno del que parece vislumbro el horizonte, sudando bajo el panamá y el traje de hilo claro, y sin otra determinación que la de intentar averiguar si podría elegir el mejor momento para volver al hotel.
Creo que el ER estaría más a sus anchas entre estas luces febriles que en ese lugar tan prístino en el que le hace aparecer usted tan sorprendentemente, no sé si indicando con ello su pesar de que por bueno que sea el lugar siempre hay algo que lo conturba. Ese ser, en ese lugar, parece el pecado en el alma pura de una niña, aunque no sé si está llegando o huye en confesión.

Enrius dijo...

Se ha puesto usted, estimado O.y O., tan líricamente descriptivo que le he imaginado de tal guisa ataviado en su mediterránea ubicación, complaciéndome muy mucho en esta escena veraniega. Vengo recién de una pequeña excursión por la bella provincia gaditana donde he disfrutado de la hospitalidad de unos amigos, en su nueva y hermosa mansión elegantemente minimalista y cercana al pueblo blanco de Vejer de la Frontera.
Asombra y complace comprobar la diversidad paisajística de esta península nuestra tan diversa en lugares y culturas, agradan los acentos de sus distintas lenguas y expresiones que testimonian tan distintas formas de concebir las cosas del mundo.
Cómo elegir, si no es con el concurso de la memoria,entre una puesta de sol en el Atlántico sentados sobre las rocas del faro de Trafalgar y un brumoso despertar del día en mi querida Guipúzcoa en su comarca fronteriza con Navarra. Decidido a no elegir y quedarme con todo, deseo hacerle notar que ER se encuentra, por su carácter ubicuo, igualmente aclimatado en tan diversas geografías de manera que no sabría yo decir dónde se encuentra más a sus anchas. ER hace como yo, lo quiere todo al mismo tiempo.Y lo consigue, ese es su privilegio que yo envidio.
Concido con usted en su observación del hecho de que ese ente pudiera ser la representación simbólica del pecado, del mal en estado puro en un lugar tan hermosísimo como la bahía donostiarra cuyo espacio y cuyos habitantes tendrán que borrar la ominosa huella del horror que, durante medio siglo ya, ha habitado en el país. Pasarán generaciones hasta que esto sea posible pero el camino ya se ha iniciado. El horror tiene los días contados para el de su final.
Nuestra generación, que vió nacer a la bestia,asistirá a su tan deseado ocaso. Les tomaremos la palabra y el grito será nuestro: ¡Gora Euzkadi Askatuta!
ER lo sabe y me lo ha confirmado.