martes, 16 de febrero de 2010

Reconstruyendo



                                 Reconstruyendo.  Tinta china sobre papel.


Revisando los contenidos de este blog desde su inicio hace ya cerca de un año, me encuentro con la diversidad de asuntos que han ido apareciendo en sus entradas en cuya concurrencia de comentarios se han abordado distintos temas, desde los más personales e inocuos hasta aquellos en los que creo ver la necesidad de un debate.
He manifestado en varias ocasiones mi preocupación por el aburrimiento del cual, yo también, huyo como de la peste pero acaso sea ya el momento de abandonar estos temores y abordar la necesidad de la reflexión acerca de los asuntos propios de este extraño lugar que uno de nuestros comentaristas ha calificado en su blog montevideano como" inteligente y levemente escorado hacia el quehacer artístico".Valorando y agradeciendo  esta opinión tan favorable como matizada, creo que esta escora a la que se refiere nuestro comentarista ha hecho honor a su concepto y , lamentablemente, nos estamos arrimando, en lenguaje marinero y figurado, a unos parajes que nos resguardan bien el cuerpo. De esta manera y citando al poeta creo que debemos salir a la calle, que ya es hora de pasearnos a cuerpo y decir que, pues vivimos, anunciamos algo nuevo (Sic.)
Difícil tarea la que este conocido verso propone y tanto más en los asuntos relativos al arte y a su práctica en momentos como los actuales en los que, una vez más, todo se está poniendo en cuestión.
La práctica misma del arte, su utilización por parte del poder o de los poderes, el arte como cultura del ocio, su banalización y puesta al servicio de las ferias de las vanidades, la actitud de los artistas, las nuevas formas de distribución y exhibición de su (nuestro) trabajo, la del público espectador y su habitualmente pasiva permisividad y aceptación de cuantas propuestas se le ofrezcan certificadas con el ambiguo sello del prestigio, la Historia o las modernidades que, bajo su rechazo a la tradición o su incapacidad para asumirla creativamente incorporando el espíritu de los tiempos, ocultan inconfesados plagios en la seguridad de que pocos lo han de advertir.
Esta, en otros tiempos, esperanzadora comunidad de madrileños, o al menos los que aquí colaboramos, debemos  si no anunciar al menos enunciar , si es posible, algo nuevo relativo a nuestra condición de artistas y a lo que hoy supone asumirla lo que obliga a su vez a ejercitar la crítica, la opinión y el conocimiento, mejor si resulta sin afectación ni pedantería pero actitud imprescindible en todo momento y más en los de crisis.
Quiero pensar que este lugar en el que se ha ejercitado el humor, la imaginación, la narrativa de ficción y el intento de acercarse a la realidad y , a veces, las más desvergonzada diversidad, no se ha caracterizado por defender una ideología concreta. En todo caso mi intención como administrador de este espacio es que tal ideología, respetable en cada uno de los comentaristas, no se esgrima de forma partidista que ya tenemos sobrado ejemplo de tal actitud entre los representantes de nuestra clase política tan merecidamente desprestigiada.
Lo que pudiera considerarse en esta entrada como una recapitulación de nuestro programa (que consiste en no tenerlo) no es, ni quiere ser, mas que una invitación al debate. Veremos si hay suerte y se produce.

He querido significar algo de lo escrito anteriormente con la imagen que lo encabeza.

3 comentarios:

Oídos y Orejas dijo...

Magnífico dibujo, podría ser un apunte de Durero visitando una acción Fluxus, por no apartarme demasiado en el comentario de las últimas reflexiones y tótems artísticos mencionados en este blog.
Muy estimulante también la propuesta de la entradilla "Reconstruyendo", que creo yo no difiere de la última que yo hacía, no hace mucho, en otro lugar de La Habitación del Hipnal.

Casi podría decirse que seguimos en busca de algo tan aparentemente sencillo como es la definición del cocepto mismo de arte, y puesto que artista es quien produce arte y la definición del sujeto queda pues amarrada al arcano que invoca el objeto, sólo desvelando la acción artística podríamos señalar con certeza qué es lo que hace el artista.
Hay tantas definiciones de arte como estrellas en el cielo y, es evidente, casi todas definen una parte de lo que es el arte, pero parece -y con ello no hago seguramente sino nombrar alguna de esas estrellas, aunque la desconozca- que el arte no sirve para nada en el estricto sentido de servir. Y probablemente todo lo que se pueda decir por negar esta afirmación no haga sino confirmar que es así. Porque el arte no es decoración, ni plasmación de la belleza, ni provocación, ni reflexión, etc., sino todo eso que contiene el firmamento de lo dicho ya, porque el arte y los artistas no es un trasunto que se cierre en el oficio y los oficiantes, sino que siempre ha necesitado para sobrevivir de los que no son artistas, los empáticos. Los que lo compran, lo admiran, lo disfrutan, lo incluyen en su vida como una religión laica, trafican con él, lo roban, lo destruyen, etc.
Los más modernos teóricos, los más conceptuales, los que se han apartado del mercado, los que se han aislado, los que han proclamado que el arte murió con la metafísica, siguen tratando de volver al principio, es decir: ¿Qué es el arte?

No quiero abusar del espacio, esto es sólo una procvocación bien intencionada.

¿Qué ha sido de O? Dijo que se iba por unos días, pero ha desaparecido totalmente y se le echa de menos.

Un saludo a todos y felicidades, Enrius, por esta nueva entrada para comentar.

Enrius dijo...

Suponiendo, estimado Oídos y Orejas, que la reproducción del dibujo que encabeza la entrada pueda ser considerado como arte, agradezco en primer lugar su "desveladora" comparación con tan distintos y distantes autor y colectivo y a continuación el hecho de que haya recogido el guante con tanta diligencia.
Creo haber citado ya en otro lugar de este mismo espacio habitable la frase de Jean Cocteau en la que aseguraba :" Estoy convencido de que el arte es imprescindible, pero no sé muy bien para qué..."
frase que puede ser, como casi todas las inteligentes, interpretada de muchas formas.
Yo, aquí y ahora,decido enlazarla con el comentario de usted acerca de la tan traída y llevada inutilidad del arte, con la que estoy, en parte, de acuerdo.
Lo que sucede es que el arte sirve para demasiadas cosas como para que ambos, usted y yo, hagamos referencia a su aparente inutilidad ; sirve para el propio crecimiento del autor, en muy escasas ocasiones para su enriquecimiento material y en unas pocas ocasiones para la simple supervivencia. Sirve para que otros tantos mediadores obtengan a costa del trabajo de muy contados artistas, lucro personal, exégesis periódisticas a tanto el párrafo, artículos profusamente ilustrados en publicaciones "de prestigio" algunas de las cuales cobran por sus servicios un precio que ellos estiman razonable mientras se lamentan de la excesiva proliferación en la prensa de la oferta de "otros servicios". Sirve para que algunos personajes, advenedizos o firmemente asentados en el "mundo del arte" obtengan su parcela de poder,en instituciones públicas o privadas,sirve para que existan tanto la Academia como las academias (prefiero éstas últimas, hay que ganarse la vida). No es menos cierto que sirve para dar a eso que se llama "el gran público" el necesario "Panem et circensis" en sustitución o complemento culto del fútbol o los toros.
Ya seguiremos con esto, que soy de los que piensan que lo breve si bueno dos veces breve pero, no crea, sigo otros blogs de crítica de arte en los que las intervenciones o entradas ocuparían diez o doce folios si, para desgracia de algunos, tuvieran que ser impresas.
Termino evitando caer en el antedicho exceso, con dos breves acercamientos a la naturaleza del arte de las que existen , como usted apunta, una enorme constelación interestelar.
"El arte es el sucedáneo de lo imposible" (Vincent Van Gogh, cartas a su hermano Theo).
"El arte es una técnica social de emociones" (Vigotsky, pedagogo soviético)
Lo que puede considerarse un final casi poético.
Vale.

O dijo...

-Vale. Me cuelo. ¡Qué barbaridad!, cuando he llegado esta mañana de Logroño no había nada en esta entrada.
-Estoy de acuerdo con Orejas y Oídos, tu dibujo es muy bueno.
-No hay nada en el universo que no sirva para nada. Y si todo tiene una actividad universal, es porque particularmente todo es relativo a algo y algo es relativo a todo.
-En el ser humano como unidad física hay cosas prescindibles, como el bazo, la dentadura, el apéndice biliar, el pelo, etc. (una cantidad enorme de cosas, hasta el punto de que en realidad hay pocas imprescindibles), pero es necesario sustituirlas para preservar la forma inicial de funcionamiento, perder lo menos posible (o incluso ganar o mejorar). Bastones, muletas, remedios farmacológicos de mantenimiento, gafas, sombreros, prótesis varias.
-¿Qué cosa sustituiría al arte?
-Quizá el arte, o mejor: la obra del artista, es siempre una metáfora de otra percepción de la vida y de las cosas, siempre muy imprecisa, pero necesaria para evitar las agorafobias y claustrofofias que producen la vida fallida, la experiencia equivocada y el miedo.
-Los artistas conceptuales honestos tratan de presentarnos desde hace algunos años -quizá desde que los filósofos dieron por acabada la metafísica- la manipulación de las apariencias que hacemos todos ante el horror vacui. Los artistas conceptuales son como filósofos posmetafísicos.
-También el artista manipula las apariencias, porque sabe (o intuye) que la apariencia es una convención, todos creemos que las cosas son lo que creemos que son, pero podemos cambiar de opinión constante y fácilmente.
-El punto de partida sobre el análisis del significado del arte se halla en el punto de partida de la experiencia de supervivencia de la especie humana.
-El Génesis sugiere que el Creador hizo al hombre, como haría el artista, pero, claro, el Dios Creador es una invención del hombre para explicarse a sí mismo. Por lo que el Hombre hizo a los dioses a su imagen y semejanza, y trató luego de recrear la naturaleza y las cosas también a su medida perceptiva individual. El arte.
-Luego, la religión, el mercado y la política hicieron lo que van haciendo, pero nada afecta al impulso de los artistas por hacer arte. Nada. Es lo único que permanece idéntico desde el primer artista, es decir, desde el primer hombre.

Con esta energía vengo de mis bolos de charlatán vendiendo la mercancía. ¡Oiga!, ¡ni por 50, 45, 40,30, ni 15!... esta maravilla de la que soy autor se la dejo por...