W. de Kooning. Woman
E. Cavestany. "Madame de Kooning". Acrílico sobre tabla,81 x 65 cms. 1988.
Decidido a seguir cuestionándome sobre del origen de mis incertidumbres acerca de la producción de lo que podrían ser, en mi caso, obras de arte y ante la dificultad de seguir publicando entradas con la esperanza de que lleguen a interesar a alguien, opto por mencionar a otros. Y lo que es más arriesgado, emparentándolos con algunos de mis trabajos menos recientes. Evocar un pasado que suscite curiosidad no significa necesariamente una actitud nostágica que en ciertos medios, llega a ser tan empalagosa como algunos seriales televisivos a los que se vienen sumando incomprensibles aniversarios que nos recuerdan ya casi cualquier cosa.
A quien pueda interesar
Frank O´Hara. Baltimore, Maryland 1926.Fine Island, New York 1966.
Sobre de Kooning
"En las abstracciones de de Kooning y en sus figuras femeninas percibimos estructuras de severidad clásica: la implacable identificación del hombre con la naturaleza. Esto no está simbolizado. Está pintado. Por así decirlo la gran Excavación de este artista nos muestra lo que hacemos a la tierra, del mismo modo que su Mujer nos muestra lo que les hacemos a las mujeres.
Para saber más, si fuera el caso, sobre este poeta, pinchen en algún buen buscador que seguro que lo encuentran. Mereca la pena, que está bien volver a escuchar a Don Antonio Machín o a Billie Holiday pero es que hay algunos olvidados que merecen dejar de serlo.
3 comentarios:
Hay algo en el expresionismo abastracto norteamericano que me inquieta profundamente, no me gusta, pero me interesa. Parece como si para acometer este estilo fuera necesario dejar en la tela todas las dudas, todo el desprecio, todas las angustias, incluso en algunos casos, todo el terror que le produce al autor el tema elegido. Hay en el resultado final algo de vómito, de paella de mariscos revenida, de exceso. No tiene la estética zen del informalismo (¡esas suites orientales de Fautrier o de Tàpies!), ni su sentido del humor (que de tenerlo sería escatológico e infantil), es más descarnado, más violento. Más de pintor de brocha gorda inspirado, valiente y borracho. Si el tío Florencio pintara lo haría así, como Karel Appel o como De Kooning.
El gorro de la señora de De
Kooning que has pintado me recuerda más a James Ensor, al que algún día podrías dedicar una entrada. El diseño rápido y tan bien hecho del sombrero colocado en el lugar exacto de la tabla no serían capaces de apreciarlo los holandeses expresionistas, americanos, borrachos y buenos comerciantes (quizá A Gorky sí lo fuera, era ruso antes que yanqui). El expresionismo abstracto fue muy rentable para los galeristas americanos avant Warhol, al fin podían exponer arte de vanguardia sin tener que traerla de Europa. Hay algo de sobrevaloración mercantil, de grosería, de Al Capone al caballete, pero, ya decía, aún así me interesa y en la medida que me repugna, me emociona.
El tío Florencio asiente con la cabeza leyendo por encima de mi hombro. Hoy está muy comunicativo.
Claro O, no eran orientales dotados de un elegantísimo pincel con mango de bambú, que desliza tinta china sobre el suave papel de arroz, depositando una gran cantidad de belleza equilibrada de la que no necesitamos conocer su significado. Eran extraños personajes primitivos, borrachos, moteros, homosexuales, poetas aulladores y pendencieros que buscaban la acción tras haber alcanzado un estado de claridad, la mayor claridad que pueda soportar un ser humano ( en esta última línea estoy parafraseando a O´Hara).
Acción que sólo se significa a sí misma.
Devoradores de velocidad devorados al fin por ella,una velocidad increíble con las manos manchadas de sangre/pintura en busca de una armonía pura y fluída.
Y encima O´Hara se atreve a relacionarlos (sobre todo a Pollock) con Watteau y Velázquez.
New York 1949
¡Si Don Aureliano hubiera levantado la cabeza!
Y si hay algo que a mí también me repugna es la sobrevaloración mercantil que , por otro lado, ellos estaban lejos de suponer.
Agradezco tu comentario acerca de la adecuada colocaión del sombrero de Madame de Kooning.
También lo que parece ser conformidad por parte del tío Florencio.
Bien. Por un momento abandono mi letargia y echo un vistazo a la página de Irislis Rodríguez y veo que se está metiendo en terrenos difíciles y arriesgados. Siento admiración por su trabajo.
Así, de pronto.
Se está rebelando desde su página contra los abusos que ella considera están sucediendo ahora mismo en su país, Venezuela. Se expone. Denuncia. Engrandece el medio. Felicidades Irislis. Me gustaría poder ayudarte. ¿Qué podemos hacer desde la plácida y abotargada España? Utilicemos el medio, hagámoslo más humano.
Ruego a todos los seguidores de este blog echen un vistazo a Muchas Cosas.
15 de diciembre de 2009 18:12
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