miércoles, 8 de abril de 2009

Una hermosa riojana (circa 1940)


Atendiendo a la solicitud de Alicia, que reconoce haber actuado con maldad en su relato de los amoríos juveniles de Doña Chari, queda de esta manera retirada su narración pues, a decir de la propia autora, no se corresponde con la verdad de los hechos.
Los comentarios subsiguientes que al ser suprimida la entrada carecen de sentido, serán igualmente suprimidos.
No quisiera que ninguno de los comentaristas interpretara estas desapariciones como un acto de censura si no más bien como lo que son, un desagravio solicitado y aceptado en pro del buen nombre de nuestra muy querida riojana. Mantengo , como es natural, los dos últimos comentarios de Ali quedando, de este modo, testimonio de su solicitud.
Para completar esta entrada he decidido recurrir a un poeta admirable que alguno de nuestros amables corresponsales conocerá, sin duda.
Yo me voy a permitir dedicárselo a Doña Chari, en su mejoría y a Alicia. Ea.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
tiene una claridad que nos alumbra
de modo que si ocurre un desconsuelo
un apagón o una noche sin luna
es conveniente y hasta imprescindible
tener a mano una mujer desnuda.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera un resplandor que da confianza
entonces dominguea el almanaque,
vibran en su rincón las telarañas,
y los ojos felices y felinos
miran y de mirar nunca se cansan.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
es una vocación para las manos,
para los labios es casi un destino
y para el corazón un despilfarro.
Una mujer desnuda es un enigma
y siempre es una fiesta descifrarlo.
Una mujer desnuda y en lo oscuro
genera una luz propia y nos enciende,
el cielo raso se convierte en cielo
y es una gloria no ser inocente.
Una mujer querida o vislumbrada
desbarata por una vez la muerte.
Mario Benedetti, Inventario II, 1993
Pocas cosas tan seductoras como ésta para aprender a manejar las palabras de nuestra lengua.

6 comentarios:

Alicia dijo...

Parece que hubiera pasado un siglo desde el cumpleaños de Charimari. Creo que el lunes le dan el alta y, aunque con muchas precauciones, podrá seguir haciendo su vida normal en Logroño. Ella sigue con la intención que que le corrija sus escritos autobiográficos, pero necesito el consejo de los habituales del Hipnal. ¿No será esto mucho para ella? De verdad que yo no tengo opinión.
Creo que mi labor, en todo caso, debiera ser ligera, correcciones no estilísticas sino puntuales, quizá buscar la coherencia en la continuidad del relato y poco más. ¿Qué les parece a las amistades del Hipnal?
Espero su consejo. Un abrazo a todos de parte de Chari Cenzano y también de mi parte.

Alicia dijo...

¡Ah!, eso sí, ENRIUS, le ruego retire la entradilla que le envié (Chari Cenzano, Texto enviado por su amiga Alicia), porque reconozco que actué con maldad y no se corresponde para nada con la verdad sobre Chari. Se lo agradezco más que nada por ella, que sé tiene usted en alto aprecio.
Podría dejar la fotografía del tarambana aquél y acompañarla con uno de sus textos preciosos.
Gracias de antemano.

Alicia dijo...

Se me hace raro publicar yo la tercera, y la segunda, y también la primera en este subapartado, pero sólo es para agradecerle, Enrius, la prontitud en darme gusto en lo que le pedí. Es usted un caballero, como dice Chari, aunque el poema de Benedetti resulte machista en grado sumo sé que lo hace por sana picardía y desenvolvimiento natural de su propia hombridad, que no ha de ser poca. Los hombres, angelicos, son ustedes así, y eso los mejores.
Bueno, que lo disfrute en el país de los vascos. Nosotras, las mujeres, preferimos utilizar linternas para ver en la noche oscura, pero, claro, será porque ustedes no emiten luz alguna.
Otra vez gracias.

Enrius dijo...

Estimada Alicia
En primer lugar agradecer a mi vez los amables comentarios sobre mi nada modesta persona, pero era de justicia atender a su solicitud.
En segundo lugar quiero que quede constancia de mi desacuerdo con usted acerca del poema de Benedetti que no considero machista en absoluto.
Comprendo que, desde su punto de vista más que probablemente feminista, entienda los versos de esa manera, pero emplea usted la palabra machista de manera injusta.
Imagine un hombre de aspecto parecido al Apolo del Belvedere, por ejemplo, y a una mujer poetisa cuyo nombre pudiera ser María Benedetta.
Siga imaginando que esta escritora soñara con la belleza masculina de ese hombre, sin duda ideal, y decidiera escribir unos versos con similar capacidad de seducción y sensualidad a los publicados.
¿Utilizaría usted, al leerlos, el término feminista con las connotaciones peyorativas que también se le atribuyen?
Dice usted :" Nosotras , las mujeres, preferimos utilizar linternas...
¿Quiénes? ¿Todas las mujeres?
¿O sólo las que son incapaces de ver la luz propia que genera un hombre desnudo, sea o no parecido al cánon de Praxíteles?

Alicia dijo...

Probablemente lleve usted razón, Enrius. No había leído con atención el poema, perdone mi torpeza. Chari me ha reñido mucho. Por cierto que dice que ella vio el Apolo al que usted se refiere, el de Belvedere, y que le pareció que tenía el pene muy pequeño, y muy frío. Son cosas de la Chari que está mejorando a ojos vistas.
Vuelvo a reiterarle me disculpe por mis comentarios anteriores.
Un saludo.

Enrius dijo...

Estimada Ali
Quedan aceptadas sus disculpas.
Le ruego, por otro lado, transmita a Doña Chari mi sorpresa al imaginarla en los Museos Vaticanos comprobando no sólo la pequeñez del pene (casi inexistente) del Apolo del Belvedere sino su temperatura.
¿Cómo lo hizo?
¿No había algún vigilante del Museo en las proximidades que le indicara a mi querida riojana lo incorrecto de tocar el pene de la estatua?
Bueno, la verdad es que me gusta imaginarla en dicha actitud.