miércoles, 8 de abril de 2009

Lady Helena


TÉRMINOS. Lady Helena.Acrílica sobre tabla.81 x 60 cms.1999.

Buscando un lugar donde alojarse, esta aristócrata suele salir al anochecer en busca de la tercera puerta de la habitación del Hipnal.Si consigue entrar, se sumerge en las oscuras aguas del aljibe lo que le permite conciliar el sueño con facilidad.
Es difícil verla en su configuración habitual.

10 comentarios:

Ocmundo dijo...

Señora, le escribo con el mayor respeto y admiración por su persona de usted, deseando que su marchante la pasee por Ferias y Mercados con la dignidad que usted merece, pero permitiéndole venir por aquí de vez en cuando para solaz mío (y entiendo que de mi tío Florencio) y deleite de cuantos la vean pasear ese porte por los pasillos del Hipnal y el jardín de los cerezos secos. Yo mismo me he permitido compararla con la sin par Silvana Mangano, pues es usted clavadita, en versión metálica.
Ya había visto otras señoras de su palmito en una Feria de Arco a la que me llevó hace muchos años mi hermano Enrius, en la que admiramos los retratos de varias damas según la impresión y expresión que mostraban de ellas los pintores adscriptos a la Nueva
Visión Alemana. Nada que ver ninguna con usted, dónde va a parar, se lo digo de corazón pues ¿qué ganaría yo adulándola?
Como le decía, la he visto paseando junto a la alberca de aguas oscuras, frente a la puerta que usted tan bien conoce (pero no tema, no soy indiscreto y no quiero, ni pretendo serlo ahora tampoco), mirando yo por la mirilla de esta puerta de tres cerrojos tan escandalosos tras la que me encuentro secuestrado (más o menos, no quiero entrar todavía en detalles) y otras veces la he visto pasear por el jardín de los cerezos secos, al atardecer, cuando el sol chispea en su sombrero y parece que los atardeceres estuvieran hechos para que el sol chisporroteara en su persona y sus colores sólo para admiración mía.
Ya le había escrito otras veces, pero nunca me decidía a enviar lo escrito, a través del correo este tan peculiar, a tan delicada persona como es usted, lady Helena.
Nada espero, aunque si es caso, si decidiera usted mirar hacia las ventanas entabladas del edificio que rodea al jardín de los cerezos secos, podría encontrar tras la rendija de una de ellas (rendija que han horadado las carcomas de los siglos), mis ojos embelesados en su metal precioso y policromado. No puedo indicarle cuál de las ventanas es, ni siquiera sé si otras, fuera de este recinto en el que me encuentro, tuvieran también pasadizos carcomidos y expuestos a la luz del jardín. Sólo sé lo que sé, que no es mucho.
Así, tampoco sé si usted revisa su correo, o es su marchante quien lo hace, o quizá mi hermano Enrius, que está en todas partes. Espero que sea usted misma la que lee esto y sólo usted...
¿Le podría pedir un pequeño favor?, no sé si atreverme, ¡vaya, pues sí!, hoy me encuentro muy seguro de mí mismo:
¿Podría dejar junto a la puerta que le digo una caja de botellas de vino de Alicante? Si estuviera decidida a hacerme el favor yo le explicaría por qué ha de ser el vino de Alicante (supongo que algo le intrigará el hecho de que tenga que ser precisamente de allí). Si no pudiera ser una caja de 12 botellas bien me conformaría con menos, es decir: con once, diez, nueve, etc., en ese orden decreciente.
Me pongo a sus pies que, por cierto, desconozco, porque ni la mirilla del portón de entrada ni la rendija de la carcoma dan para abarcar hasta el suelo.

Ocmundo dijo...

¡Ah!, perdone de nuevo, sólo dos cosas: el vino de Alicante ha de ser tinto, y la otra cosa... ..., pues e me ha olvidado, más que nada era por lo del tinto.

Ocmundo dijo...

¡Ah, sí!, ya me acuerdo, que le ruego no le diga tampoco nada a mi tío Florencio, yo no existo.

Tinto de Alicante, recuerde.

Lady Helena dijo...

Estimado Ocmundo:
No puedo ocultar mi sorpresa y satisfacción ante los elogiosos comentarios de usted hacia mi modesta persona y en concreto hacia lo que usted llama , mi porte.
Concedo todo el crédito que merecen sus palabras, no dudo de su formalidad, pero para dar un paso de tal trascendencia como es el de procurar su deleite, preludio de lo que podría acabar siendo una relación intima, debo antes de nada sincerarme con usted.
En primer lugar, soy un cuadro (que bien podría considerarse como neoexpresionista) y ese particular podría ocasionar algunos impedimentos a la hora de consumar el deleite. Yo le adelanto que siento por Ud.una determinada predilección, simpatía y acercamiento.
En segundo lugar, y al incluír Ud a su tío Florencio en el referido solaz, lamento comunicarle que los días pasados el referido señor, al pasar frente a mí, que estaba tranquilamente expuesta en la pared izquierda de la habitación,
exclamó :"¡¿Qué clase de mierda es ésta?!" y se alejó murmurando palabras que mi dignidad me impide repetir.
Creo que huelga decir que rechazo por completo cualquier relación con ese energúmeno y espero que el deleite se lo procuren los cuadros del maestro Palmero o las escenas místicas de la monja Guerra.
Paseo sí, con cierta frecuencia junto a la alberca pero siempre con miedo de encontrarme con su señor tío cuya sola mirada me espanta.
Míreme junto al jardín de los cerezos secos cuantas veces apetezca y sepa Ud que lamento su enclaustrada situación y que trataré de ofrecer a sus ojos mi mejor perfil y el de mi sombrero, ay mi sombrero, cuando te llevo a los toros...(pasodoble)
Nadie revisa mi correo, ni Enrius que está en otros menesteres ni mi marchante al quien acaban de operar de un lobanillo en el recto y ni sentarse puede ni ganas tiene de leer nada.
Finalmente tengo que expresarle mis dudas acerca de si su interés hacia mi modesta persona se debe a su pasión por el neoexpresionismo, por la aristocracia femenina o porque me sabe Ud.dueña de unas bodegas en Alcoy.

Sea Ud. sincero conmigo y su constancia me aconsejará conceder mayores progresos en la realización de sus propósitos.
Es cuanto puede concederlede momento, su afectísima amiga.

Lady Helena

Ocmundo dijo...

Mire usted, señora, no me haga fantasías y jeribeques que bastante tengo yo con lo mío. Dice usted para mis sorpresa que es un cuadro y sin embargo habla y escribe al ordenador. No sé si quiere usted decir que está hecha un cuadro, o sea, mal. Si lo dice en el sentido de que su salud la desazona, cuánto lo siento, haría cuanto estuviera en mi mano por aliviarla. Si lo dice porque no se encuentra bella, ni siquiera bonita, ya le describí en mi primera carta (o lo que sea esto que intercambiamos) las fantasías que me produce su sóla visión...
Pero, para qué engañarme, leo claramente, una y otra vez lo he hecho, que es usted un cuadro bidimensional, alto y ancho, y acudiendo a la reproducción que sobre usted hay en el display del blog, veo que, efectivamente mide usted 81 centímetros por 60 centímetros de ancho, y mire usted que no lo parece, parece más proporcionada mirada a través de los agujeros de la mirilla y la rendija, y mucho más alta. Por lo que se entiende que carece usted, lady Helena, de profundidad alguna. Así, de momento, no veo por qué esto va a añadir zozobra a nuestra relación, tan incipiente, por lo que no me voy a andar con tiquismiquis de si tiene profundidad o no, yendo a cosas más sustanciales que me preocupan de verdad. Esto de la poca importancia que le doy -a si tiene profundidad usted o no- me recuerda a una novia que tuve que siempre andaba comprándose ligas de fantasía, según me contaba, y un día que la desnudé por fin, resultó que ni ligas ni nada, lo decía porque sabía que me ponía mucho, que me hacía fantasear con sus piernas embridadas en ligas de cabaret. Por esto le digo que no me haga trucos con que no tiene profundidad porque a mí no me va nada eso, vamos que ni me produce el más leve presentimiento deleitoso. Si la tiene la tiene y si no la tiene no la tiene, y no da para más. También dice al pie de su retrato que es usted acrílica sobre tabla. Bueno, pues ya veremos. Mi hermano Enrius (seguiré llamándole así, hermano, ya le haré saber cuando sea necesario qué clase de hermano es Enrius) me explicó hace tiempo la diferencia entre las varias técnicas pictóricas y sé que podría ser usted de óleo, aceite de linaza y esencia de trementina rectificada, esparcida sobre lienzo, papel, cartón, etc.; o de goma arábiga y agua, en fin, que esto es como ser de San Lúcar de Barrameda o de Calahorra, se es o no se es, y usted es de acrícila sobre tela montada en tabla y no hay más que hablar.
Lo que no entiendo, ni en el mundo creo haya quien lo entienda, ¿cómo es que se pasea usted de aquí para allá? Ya le dije que no había logrado verle los pies porque ni la mirilla del portón de entrada, ni la rendija de la carcoma dan para abarcar el suelo con la mirada. ¿Es que tiene usted ruedas? ¿Cuál es elán vital que la anima y la mueve?, ¿dónde está el truco?
Mire, yo no me creo lo de los fenómenos paranormales, todos ellos son espejismos o delirios. Como cuando me dice el tío Florencio que no es cierto que haya podido contar de una vez tres millones doscientas setenta y cuatro mil ciento once cucarachas, por más que le juro que las vi y las conté el sábado por la noche, una a una, pero bien explicado por el tío resulta ser que las veo por lo mío, que es tremendo, no porque existan y se paseen por aquí.
Ya ve que mi excepticismo no aflora solamente ante la posibilidad de que usted se mueva y todo eso, sino que cuando lo que yo mismo experimento no se ajusta a razón pues no me lo creo.
Claro que si no es usted la que me escribe, ¿quién es el desaprensivo que me está vacilando de esta manera tan cruel? ¿Eres tú Enrius?

Esto de que fuera usted propietaria de una bodega en Alcoy me entusiasmaría de ser cierto, pero también me suena a broma de Enrius.
Si es así, tan tristemente se resolvería esta ilusión que me hizo pensar en usted que no volvería a mirarla a través de las rendijas, ni, por supuesto, volvería a escribirle.
A la espera de ver por dónde sale esto, me pongo a sus pies, ruedas, poleas, cadenas o lo que sea que la hacen semoviente.
¿Sigue en pie lo del vino tinto de Alicante?

Lady Helena dijo...

Le noto enfadado Ocmundo y no es ese el tono que utilizaba Ud. en su primera y respetuosa comunicación. ¿No ha leído Ud,en quien supongo una sólida cultura, eso de que los cuadros nos hablan con su misterioso lenguaje de formas y colores? ¿Porqué no iba a poder hacerlo yo en mi pictórica condición?. En absoluto necesito que ese tal Enrius al que alude,hable por mí pero tengo , y no entraré en más detalles, quien a mis órdenes copie lo que digo, siendo blogger como es y teniendo su propia Open ID ¿no ha oído Ud. hablar de los copistas de cuadros?
¿Qué se piensa ? ¿Que sólo se dedican a copiar a las meninas? Tengo quien me copie, caballero , y al pie de la letra por cierto.
Tengo, además, belleza y profundidad, en sentido figurado claro está. Soy acrílica,sensual y neumática,soy mecánica,ergonómica y , a veces viscosa.
Pero las pinturas que se sustraen al control de la inteligencia, y empiezo a dudar de la de Ud, las tablas o lienzos en las que se ve amontonarse y estirarse una materia viscosa que no es mas que la pasta en crudo,tal como sale del tubo,¿no sería posible, pese a todo que nos hablaran?
Sin duda,de la misma manera que nos hablan las nubes,"las maravillosas nubes" o los brumosos paisajes de Ruysdael o los muros carcomidos y desconchados que tanto amaba Leonardo.
¡Ya está, ya me he puesto lírica que es justo lo que no quería!
¡Me provoca Ud. Ocmundo!
Y no quiero saber nada de las pelandruscas de su pasado, con o sin ligas. ¡Hombres, todos son iguales!
Me muevo, ya lo creo que me muevo, me muevo mejor que las olas y tengo la esencia en mi entraña del aire de España, Maria Dolores (bolero).
Sí, hombre , a Ud. le voy yo a explicar el truco de cómo me muevo...
Y tengo una bodega en Alcoy y la lleva mi sobrino Mamés Roncero que es un santo y vendemos bien y exportamos al Aventino y los muy... le cambian la etiqueta.
Nada es lo que parece.
Ya le mandaré algún crianza.
Míreme pero no me toque. Como en los museos.

Ocmundo dijo...

¡Más jeribeques! ¡Vaya con la vida rara que me ha tocado vivir! ¿¡Ahora resulta que el cuadro nos sale respondón!?
No se me haga usted la estrecha, que ya sabemos todos sus medidas: 81 x 60... alto y ancho, sin profundidad, como tienen las esculturas (si es que sabe a qué me refiero).
Fíjese que si me llega a tocar enamoriscarme de su figura y que fuera usted esculpida, me haría dudar más de su realidad misma, o como dice el señor De Villena de su "mismidad", que no sería otra que la que pudiera derivarse -con toda la fantasía que quiera- de un objeto artístico. Así que no me venga con monsergas que sólo es usted "cosa", y yo persona.
Vale que es usted cosa sublime y yo persona despreciable, pero entre nosotros sólo puede existir aquello que la persona quiera imnaginar (yo) sobre la cosa adorada (usted).
¿Y dice que tiene usted quien a sus órdenes copia lo que le ordena? ¿Y no morcillea el susodicho o susodicha? ¿No se va por la tangente que pasa por los cerros de Úbeda? ¿No inventa? ¿No deriva, no delira, no se aburre, no se está cachondeando de este su, a primera impresión, impresionado?
Se atropella usted en sus propias mentiras como Pinocho en las suyas pero, al menos, él se animó a animarse y animose.
Trata usted de liarme a mí y sólo consigue enredarse en su mundo alto ancho. Habla de los paisajes de Ruysdael ¿y no es usted capricho pictórico de mi embaucador hermano (algún día tendré que explicar más esto de "hermano") como los paisajes aludidos lo eran de aquél Salomon Jacobsz?, ¿por qué no prueba a pasar unos días allí, en aquellos lugares de Driebergen-Rijsenburg?, wij leiden en begeleiden effectieve projecten en veranderingen waarmee professionals, teams en organisaties beter presteren, zodat zij het verschil kunnen maken. Y no se preocupe, lo que haya que tratar y hablar con la agencia ya lo hará el copista de sus pareceres.
Resulta que es usted también feminista y viscosa, a veces, puntualiza. Pues vaya. Mejor me lo pone.
Se torna coqueta con lo del movimiento y alude a un bolero, María Dolores, que compuso el maestro Fernando García Morcillo, y sepa usted, lady Helena (¿quién la nombró? Quien la hizo. ¿Quién la hizo?) que el tal compositor vivía en la calle Arenal de Madrid y la tía Manolita me llevó a conocerlo y a tomar té con pastas y pasé muchas tardes en aquella casa. ¿Le gusta el té con pastas o la ingesta de eso altera su viscosad?
Ya veo que me estoy excediendo y que podría ser que fuera que se craquelara usted del disgusto. Pero es que... póngase en mi lugar, se enamora usted del caballero con la mano en el pecho, un suponer, y resulta que, de pronto, le comunican que no es un cuadro (con lo que tiene serlo), sino un actor de la compañía itinerante de la Baja Andalucía, que se llama Paco el de la Zaranda, y que ni siquiera tiene barba de verdad. Para comer cerillas, ¿o no?
¿Y cómo es posible que una señora acrílica, más alta que ancha, aunque no demasiado alta para esa anchura, tenga un sobrino de carne y hueso, el tal ese que me nombra como Mamés Roncero?
Por cierto, no quiero vino de crianza, quiero vino de añada, si es que no me deja usted de hablar y cumple con lo prometido, que lo dudo. ¡Qué se le va a hacer! Igual el que no escribe más soy yo, ¿qué se ha creído?

Lady Helena dijo...

Ocmundo: Usted está, o es, paranoico. Ya me lo temía yo.
Además manifiesta Ud. claramente un brote xenoglósico al seguir la sarta de sus exabruptos en holandés,típico de esta clase de metagnomos que se despiertan un buen día hablando una lengua que desconocen por completo. Esto lo documenta in extenso el famoso parapsicólogo González Quevedo S. J. en su conocido tratado "El rostro oculto de la mente".
Lo que me faltaba en la habitación, un xenoglósico paranoico que primero me halaga y luego me increpa.
Oiga joven, si estuvo Ud.merendando con García Morcillo, yo estuve con Quintero, León y Quiroga que me invitaron a ver a Juanita Reina en el Calderón además de tenerme colgada en su saloncito de la calle Tribulete, en el...bueno , no me acuerdo ahora del año pero da igual.
Mire, déjelo ,siga usted hablando con los Rodríguez Franganillo, por ejemplo. Yo le mando una caja de buen tinto de añada (que se la dejará en el descansillo el propio Mamés) y acabamos lo nuestro, que como dice usted bien, me estoy empezando a craquelar y a ver quien me restaura luego.
Buenas tardes.

Ocnecio, Ocnubio, etc. dijo...

Siento comunicarles a todos que se han llevado esta tarde a Florencio a una Residencia de La Comunidad y que a mí me han desalojado porque tienen que fumigar.
Así que, aprovechando que estoy mucho mejor, me marcho yo también a terminar mi novela a otra parte.
Dejo a Enrius a cargo de todo, a cargo de todo estaba, y si alguna vez me necesita me llamará y haré lo que me pida.
No puedo decir que ha sido un placer conocerles a todos de esta manera, pero lo digo: ha sido un placer.
A partir de ahora seré un mirón de lo que cuenten ustedes que suceda en este hotel tan raro, pero no volveré a intervenir más.
Abur.

Ocmundo que era O dijo...

Veo ahora la magnífica pintura de mi hermano y me doy cuenta de lo mal que he estado para confundirla a usted con Silvana Mangano. Siento no poder seguir escribiéndole cartas de rendido amor porque ya no me la creo. Ahora han desentablillado las ventanas de mi dormitorio y veo el jardín de los cerezos secos y resulta que no están secos, sino que cuando yo escudriñaba el jardín por una rendija era invierno y las ramas estaban vacías, pero los cerezos seguían vivos, como se puede comprobar ahora. Siento que no haya sido usted real nunca, sin embargo, y agradezco a mi hermano que me siguiera la corriente. Todo tiene fin. Adiós, dama de chapa.